viernes, 27 de febrero de 2015

La Luna


Un hombre enamorado se acercó a su amada y le dijo:

- Pídeme lo que quieras y lo traeré para ti.

- ¿ Lo prometes?

- Claro - replicó el hombre confiado.

- Acércame la Luna.

El enamorado quedó sorprendido con su petición, pero estaba tan convencido del poder de su amor, que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para complacerla.

Al día siguiente, emprendió su viaje. Viajó por todo el mundo, conoció todo tipo de gente, incluso a muchos sabios; pero nada de esto lo acercó ni un poco a su objetivo.

Una noche, desesperado, se tendió junto a un arroyo. Había pasado años buscando, ya no tenía fuerzas para seguir, era tiempo de rendirse, volvería a casa, con su amada. 

Entonces, al mirar el arroyo, notó el reflejo nítido de la Luna en el agua, tan cerca que era capaz de alcanzarlo con sus manos y sonrió al comprender que a veces lo que más queremos aparece justo en el momento en que lo dejamos de buscar.

(Autor: Laura Núñez, prohibida su reproducción)