domingo, 9 de agosto de 2015

Agradeciendo

"El agradecimiento es la memoria del corazón". Lao-Tsé



Hace unos días fui a ver a una amiga y ella me comentó que trabajando en un centro de protección de la mujer se había dado cuenta de todo lo que tenía para agradecer en su vida, así que se había formado el hábito de dar gracias hasta por las cosas más pequeñas.

Me pareció una práctica muy sabia, porque en general, tendemos a enfocarnos en lo que falta o en lo que está mal, pero es impresionante como un pequeño acto de agradecimiento puede cambiar totalmente la perspectiva de nuestro entorno. Si empezamos a agradecer, cada vez podremos ver con más claridad todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor.

Agradecer en la mañana, antes de dormir, antes de las comidas o en cualquier momento buscar 10 cosas por las cuales estar agradecidos es un gesto tan simple, pero tan decisivo. Tanto que creo que sería bueno comenzarlo ahora mismo: Gracias!!!

jueves, 6 de agosto de 2015

Nuestras Piedritas

Varias veces he escuchado a  Isha decir que nuestro Universo siempre nos está lanzando diamantes, pero que nosotros no somos capaces de atraparlos porque tenemos las manos llenas de piedritas. La paradoja es que no queremos soltar las piedritas, estamos aferrados a ellas, aunque eso nos signifique perder los diamantes que nos han destinado. Nuestras piedritas representan lo conocido, lo cómodo, lo seguro, lo que no queremos dejar por miedo a quedarnos sin nada.


En mi caso, esa frase me ha dado muchas vueltas los últimos días, pues desde que estuve en la I la última vez se hizo mucho más claro que quiero hacer cambios en mi vida, ya que no me estoy dando todo lo que podría. Estos cambios incluyen cambios de trabajo y otros más en diferentes ámbitos y sólo dependen de mí, pero aún así, algo me frena a dar ese paso y sé que se trata de esas piedritas tan conocidas, la seguridad que nos da el quedarnos en ese lugar cómodo, pero que en el fondo no nos hace felices, ya que nos estanca, impidiéndonos crecer.

Por ello, en este momento veo que la elección está sólo en mis manos y cada vez se hace más evidente que ya no puedo seguir eligiendo lo mismo, pues mis diamantes sólo están esperando que yo vaya por ellos.