martes, 28 de marzo de 2023

Saliendo de la Matrix


Cuando se estrenó la película Matrix, la vi en el cine. Me gustó, pero no la entendí. Eso cambió varios años después, al verla durante mi retiro de meditación del año 2012, ya que en esa ocasión supe con certeza que se trataba del despertar de la consciencia, Morfeo representando el espíritu, el agente Smith, la mente y Neo, el buscador al que la verdad le es revelada.

Disfruté mucho de sus buenos diálogos, con los que me sentí muy identificada. Por ejemplo, éste, del encuentro entre Morfeo y Neo, el que me conectó con mi propia experiencia de despertar:

Morfeo: Déjame decirte qué haces aquí. Viniste por algo que sabes, no puedes explicarlo, pero lo sientes, lo has sentido toda la vida, que hay algo mal en el mundo, no sabes lo que es, pero ahí está, como una astilla en tu mente, volviéndote loco y eso que percibes te ha traído a mí ¿Sabes de lo que estoy hablando?

Neo: ¿De Matrix?

Morfeo: ¿Te gustaría saber qué es lo que es eso? Matrix está en todas partes, a nuestro alrededor, incluso en esta habitación, puedes verla asomándote a la ventana o encendiendo el televisor y la percibes al ir a trabajar, al ir a la Iglesia, al pagar impuestos. Es el mundo que han puesto ante tus ojos para que no veas la verdad.

Neo: ¿Qué verdad?

Morfeo: Que eres un esclavo, Neo, igual que los demás naciste cautivo, naciste en una prisión que no puedes probar, tocar ni oler, una prisión para tu mente. Por desgracia a nadie se le puede decir lo que Matrix es, tendrás que verlo por ti mismo.

Anoche, en un atisbo de claridad, recordé mi vida, lo confundida que me sentí en algún momento. Percibía que había algo más allá, pero no sabía qué. Me transformé en esa buscadora, lo que al final me condujo a encontrar las respuestas en mí y a conectar con mi consciencia, que es lo más valioso que tengo. 

Eso me llevó a observar que vivimos la mayor parte del tiempo tan enfocados en mejorar nuestra experiencia humana, que no vemos que hay algo aún más grandioso disponible: descubrir nuestra verdadera naturaleza, nuestra consciencia. ¿Qué tal que nada de lo que hemos elegido en el pasado tenía ningún otro propósito que el de despertar a la realidad y la verdad de nosotros mismos? Quizás sea tiempo de preguntarnos ¿Verdad, realmente quiero ser libre o sólo he estado tratando de acomodar mi Matrix?