sábado, 13 de diciembre de 2014

La Lista

"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible, el miedo a fracasar". Paulo Coelho


En general, a la hora de buscar pareja, necesitamos que esa persona especial cumpla algunos requisitos fundamentales; lo que no me parece malo en lo personal. El problema radica en que a medida que pasa el tiempo, cada vez agregamos nuevos requisitos a la lista y en definitiva, la otra persona siempre termina pareciéndonos inadecuada.

Al principio, tratamos de cambiarla para que se adapte a nuestras necesidades, pero si no lo logramos, aparece como una buena opción terminar la relación. Ahí dejamos que nuestra mente nos engañe haciéndonos creer que tomamos la decisión correcta. Nos convencemos pensando que no era la persona adecuada, pero la persona perfecta no existe y no somos capaces de ver el miedo que hay detrás de esa decisión. 

A veces decimos una cosa, pero nuestras acciones reflejan otra. Podemos hablar de proyección y compromiso, pero nos mostramos fríos, siempre estamos protegiendo nuestro espacio y no le damos prioridad ni tiempo a nuestra relación. Por eso es necesario hacernos conscientes de qué es lo que realmente queremos, sobre todo porque lo que hay en nuestro interior es lo que tarde o temprano, veremos afuera reflejado como nuestra realidad.


martes, 9 de diciembre de 2014

Testimonio de un estudiante Isha

"Conócete a ti mismo"


Hoy leí este testimonio de Antonio Campos-Correa, un estudiante Isha y me impresionó por su claridad, por eso, con su permiso, quise compartirlo aquí.

"Siempre tuve excelente rendimiento académico y era reconocido por eso, incluso me recibí de tres carreras universitarias con honores; sin embargo, crecí creyendo que era un bueno para nada, que no era tan inteligente, que era tímido, etc... La lista era bien larga y yo reforzaba cada idea pobre que tenía de mí mismo, era como un círculo vicioso. Tenía ganas de decir algo, pero no me atrevía porque inmediatamente en mi cabeza sonaba una alarma que decía que yo era tímido o que era esto o lo otro.

En la medida que me fui haciendo más y más consciente empecé a darme cuenta que eso era parte de la programación que estaba adentro mío y que yo no era eso; que nunca fui lo que siempre creí que era, es más: Que no me conocía NADA!!! Eso fue todo un descubrimiento y me impactó verlo. Me puso triste. Estaba taaaaan identificado con mi personalidad, que empezar a desidentificarme con eso fue todo un trabajo que empezó en mis 6 meses. Ahí empecé a reconocer estas cosas. Empecé a observar mi mente, ver mi personalidad y cómo me limitaba y también empecé a no engancharme de las ideas que me tiraban para abajo. Fue todo un entrenamiento. A veces me resultaba, a veces no jaja, pero seguí entrenando con paciencia, apoyo de lujo y dedicación y eso se empezó a transformar en presencia y amor a mí mismo.

A veces, aún escucho un murmullo en mi cabeza que me dice que soy de una determinada forma, pero ya no me engancho con esos pensamientos, ni siquiera les doy cabida y eso me una libertad enorme para ser como me da la gana. En este último tiempo, empecé a conocerme de verdad, a escuchar mi verdadero ser y eso es increíble. Por primera vez estoy descubriendo lo que me gusta, lo que me apasiona. Me he vuelto altamente creativo, intuitivo, espontáneo, jajaja. También tengo un lado serio, agudo y otros aspectos no tan dulces, yo también hoy en día soy eso. 

Ahora que soy más consciente que ayer me doy cuenta que no me conocía nada, pero nada de nada ni tampoco me amaba; que vivía como un robot en piloto automático, jajaja y siento un poco de lástima de ese Antonio de antes, pero al mismo tiempo, un profundo agradecimiento, porque gracias a ese Antonio ahora puedo ser yo mismo."

lunes, 8 de diciembre de 2014

Identificación con la mente

"Es la propia mente del hombre, no su enemigo o adversario lo que le atrae a los malos caminos." Buda


Hace un par de años vi una película llamada "Revólver", la recomiendo, no es el género de mi gusto para nada, pero al final tiene una escena increíble que acompaño y que refleja muy bien cómo la mente nos controla y cómo nos liberamos de ella. 

En ella, el protagonista escucha la voz de su mente, que le habla intensamente, pero él no la escucha, lo que provoca la intensificación del diálogo interno. Él sólo observa lo que la mente le dice y se desidentifica, tomando conciencia que él no es su mente, sino que está por encima de ella. Al hacerlo, toma real control de su vida.


En el fondo ese es resultado de la meditación, ya que al cultivar el espacio en el que observamos nuestra mente nos damos cuenta que toda la vida hemos sido esclavos de ella, en la creencia que somos nuestros pensamientos. 

¿Te has preguntado alguna vez si eres realmente libre? Lo más probable es que la respuesta sea negativa, pero lo más probable también es que ni siquiera puedas ver lo que te estoy planteando, porque lo primero que hagas sea escuchar esa voz que está en tu cabeza, sin percatarte que esa voz que te es tan familiar te ha engañado siempre y lo seguirá haciendo a menos que elijas un camino de mayor conciencia.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Estar Abierto

"Si cierras las puertas a todos los errores, también la verdad se quedará afuera".  Rabindranath Tagore

Antes de practicar el Sistema Isha, tenía muchas ideas sobre la meditación, como por ejemplo que era estar evadido y desconectado de la realidad. Pero cuando me encontré con esto, como estaba en medio de una crisis profunda, me pregunté ¿y si realmente fuera tan bueno como dicen?¿y si pudiese aportarle algo a mi vida? Entonces dejé de lado mis juicios y simplemente me abrí a la posibilidad de experimentar algo que no conocía, con los resultados que he compartido extensamente en este blog.


Estoy segura que si la gente cultivara una actitud más abierta ante las cosas se ahorraría mucho sufrimiento, porque la mayoría de las veces tenemos las soluciones que necesitamos enfrente nuestro y simplemente no las podemos ver. Esto ha sido muy claro estos días en que he estado organizando mis seminarios, las personas se tropiezan una y otra vez con lo mismo, pero no están dispuestas a hacer cambios. Me gustaría decirles: "lo que te estoy compartiendo te lo digo porque ya he estado en el lugar en el que estás y sé que el camino que estás tomando no te llevará a nada, sólo a lo mismo de siempre y en última instancia a darte cuenta de lo que te estoy diciendo". 

Pero cómo lo que vemos afuera en realidad es un reflejo de nosotros mismos todo esto que estoy viviendo me muestra, en definitiva, que soy yo la que puede tener una actitud más abierta ante la vida, ya que soy la única persona a la que puedo cambiar.



jueves, 4 de diciembre de 2014

Cambios Internos

"Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo".  Alexei Tolstoi


Cuando hice los 6 meses, cada cierto tiempo me filmaban dando un testimonio acerca de cómo me estaba sintiendo. Al final del proceso, me regalaron un CD con todos mis testimonios. Nunca quise verlo hasta hoy. Después de 2 años, es evidente todo lo que he cambiado y crecido. Pero lo más impresionante es que los cambios siguen ocurriendo día a día.

Me pasó ayer que me enojé bastante, porque me percaté que un supuesto interesado en mi seminario, en realidad lo único que estaba haciendo era tomar atención y no tenía ningún interés real por asistir. Me dio rabia que una persona se quisiera tan poco como para andar mendigando atención en vez de dársela a sí misma.

Y con ese sentir me fui a la reunión. Unificamos y cuando cada uno expresó lo que le estaba pasando, sentí pena y me conecté con una parte mía que rechazaba mucho, tanto que no quería ni verla, esa parte necesitada que toma atención de los demás. Fui sintiendo lo que me estaba pasando y pude abrazar ese espacio en el que no me estaba dando amor y de a poco se fue disolviendo, confirmándome una vez más que todo lo que vemos afuera en realidad está adentro nuestro. Son las partes que juzgamos en nosotros las que juzgamos en los demás. Por eso queremos tanto que los demás cambien, para no verlas, pero en realidad es todo lo contrario, los demás están precisamente para eso, para mostrarnos esas partes que rechazamos tanto y para aprender a amarlas dentro de nosotros mismos.

miércoles, 2 de abril de 2014

Ordenando los lápices

Sin duda muchos habrán escuchado acerca del Trastorno obsesivo compulsivo, llamado comúnmente TOC. Éste se caracteriza por pensamientos recurrentes y conductas repetitivas dirigidas a reducir la ansiedad asociada. En cierta ocasión, escuché de un caso en el que una persona que sufría este trastorno sentía la necesidad compulsiva de ordenar sus lápices, alineándolos según su tamaño encima de su escritorio.



Viéndolo desde afuera estas conductas se revelan carentes de cualquier sentido, pero para la persona que lo padece, verificar o no el comportamiento compulsivo implica una diferencia entre evitar o no la ansiedad asociada a él. Por ejemplo, que pasaría si un día el sujeto mencionado descubre que sus lápices han sido desordenados, este acontecimiento que para cualquier otro individuo sería banal, para él constituiría un motivo de angustia. Por ello, para evitar dicha emoción, pone toda su atención en mantener ordenados sus lápices. El foco es externo, se dirige hacia algo que no depende de su voluntad y que puede cambiar en cualquier momento, pero algo es claro, si los lápices se desordenan el individuo cae en un estado emocional de malestar. En consecuencia, se trasforma en un esclavo de sus propias obsesiones.

No es tan difícil darse cuenta que el problema no está en los lápices sino en el interior del sujeto y que quizás si el foco cambiara de evitar el desorden de éstos a aplacar los estados emocionales subsecuentes, la solución estaría a la vuelta de la esquina. Pero lo que parece tan evidente en un caso extremo como el que se plantea, se diluye al tratar de aplicarlo a nuestra propia vida. Por tal razón deberíamos preguntarnos ¿Qué hay de esto para mí? ¿Cuáles son mis propios "lápices"? ¿Cuántas veces trato de arreglar lo de afuera, sólo para evitar sentir lo que eso me produce?, ya que sólo al tornar nuestra atención hacia lo interno, nos volvemos libres y podemos realmente fluir con lo que venga.

domingo, 2 de febrero de 2014

La novia del príncipe


En un reino lejano, el rey y sus consejeros se encontraban abocados a la misión de concertar el matrimonio del príncipe heredero y para ello, buscaban a la novia indicada. Después de entrevistar a numerosas jóvenes, escogieron a las dos que poseían las cualidades más excepcionales. Ellas conocerían  al príncipe y él elegiría a una de ellas como su esposa.


La primera se llamaba Belleza y le hacía pleno honor a su nombre, era la joven más hermosa que cualquiera hubiese visto jamás, sus facciones eran perfectas, su porte distinguido, su caminar ligero, su mirada sublime. Cualquiera que la mirara no podía quedar sino hipnotizado por ella. El príncipe no fue la excepción, realmente, en su presencia, no podía dejar de contemplar esa creación perfecta de la Naturaleza y notó que a todos los concurrentes les ocurría lo mismo. Parecía una obra de arte, definitivamente una musa para poetas, músicos y pintores, aunque la sintió distante, etérea, inalcanzable, como si no perteneciera realmente a este mundo. Tampoco hablaba demasiado, sólo se limitó a responder las preguntas del príncipe con indiferencia y a sonreír de tanto en tanto con educación. Aún así, dejó en él una impresión favorable.

Luego conoció a Inteligencia, quien era una joven encantadora, aguda, ingeniosa, perspicaz. No existía un área del conocimiento que no le interesara y no había tema del que no entendiese o del que no pudiese hablar. Conversaron largamente, no se le escapaba un detalle, era interesante y culta en extremo. Su vocabulario era impecable y su capacidad de análisis, impresionante. Incluso aconsejó al príncipe en algunas materias en forma tan sabia que lo dejó asombrado, mostrando claros signos de buen juicio. Además poseía un sentido del humor especial, ya que manejaba  la ironía con destreza. Pero su actitud denotaba a ratos ciertos indicios de arrogancia, ciertamente debido a su superioridad intelectual. Aún así, no había duda de que la joven había causado un efecto positivo en el príncipe. 

Llegó la noche y el príncipe salió a caminar a los alrededores de palacio. Realmente tenía que admitir que su padre y sus consejeros habían hecho un excelente trabajo, ya que habían elegido a dos jóvenes totalmente excepcionales, pero ¿cuál de ellas debía ser su esposa? Tenía que tomar una pronta decisión. Se dedicó a pensar en ello durante un buen rato, analizando las ventajas y desventajas de una y de otra, tratando de averiguar cual de sus opciones superaba a la otra. ¿Cuál le convenía más? No lo sabía. Estaba confundido y mientras más reflexionaba, más desorientado se sentía.

En eso, vio a una joven sencilla sacando agua del pozo mientras tarareaba una alegre canción. Se entretuvo un momento contemplándola con interés. Si bien a primera vista no había nada que la diferenciara de una muchacha corriente, para el príncipe se alzó como una visión soberbia, extraordinaria. Su corazón se aceleró, palpitando con fuerza; entonces lo sintió y lo supo: no podría desposar nunca a ninguna otra mujer más que aquella que estaba viendo en esos momentos. 

- ¿Cuál es tu nombre?- le preguntó el príncipe extasiado.
- Me llamo Amor, le respondió la joven.

Y luego de un tiempo, el príncipe se casó con ella.

(Autor: Laura Núñez. Prohibida su reproducción)

domingo, 19 de enero de 2014

El Pacto





En el cielo, dos almas muy cercanas se encontraron antes de bajar a la Tierra, ya que habían convenido encontrarse durante su experiencia humana.

- Lo que me preocupa- le dijo una a la otra- es que cuando lleguemos, habremos olvidado todo, cómo sabremos cómo volver a casa?

- Es simple, cuando nos encontremos, nuestra mente no podrá recordar, pero sí nuestro corazón. Estaremos enamorados y por un tiempo experimentaremos la dicha del cielo. Luego nos separaremos y será el vacío que sobrevenga el que nos lleve a buscar nuestro camino de regreso.

- Pero, no podré hacerlo. – le respondió el alma afligida-. Cuando te encuentre, ya no querré dejarte.

-Entonces, tendré que hacerlo por los dos. Tú, preocúpate de encontrar el camino, ya que después te tocará guiarme. Sólo haz que valga la pena.


Y las dos almas bajaron a la Tierra, confiando una de la otra que cada cual haría su parte.

(Autor: Laura Núñez, prohibida su reproducción)