"La ansiedad es un arroyito de temor que fluye por la mente. Si se le alimenta puede convertirse en un torrente que arrastrará todos nuestros pensamientos".
A. Roche
A. Roche
En la mañana, mi mamá se fue a Punta Arenas con mi hermano, al despedirse lo hizo apurada, porque andaba nerviosa. Sabía que ya no los iba a ver hasta la vuelta, pero no lo asimilé inmediatamente, ya que todavía andaba un poco desconectada.
Cuando llegó la hora de hacer la maleta, no tenía ganas. Había hecho planes para juntarme con unas amigas Isha y del reiki para despedirnos. Ahí empecé a sentir la ansiedad de no tener nada listo y darme cuenta que se acercaba el momento de irme. Estaba atrasada y con estrés, lo moví un poco, pero seguía frenética.
La despedida estuvo entretenida. Afortunadamente, pude enfocarme en el momento presente y disfrutar de la compañía. Cuando llegué a mi casa, mi papá estaba durmiendo, así que lo desperté para darle un abrazo, ya que al día siguiente estaría de turno y no lo vería. Definitivamente, había empezado la cuenta regresiva.
La despedida estuvo entretenida. Afortunadamente, pude enfocarme en el momento presente y disfrutar de la compañía. Cuando llegué a mi casa, mi papá estaba durmiendo, así que lo desperté para darle un abrazo, ya que al día siguiente estaría de turno y no lo vería. Definitivamente, había empezado la cuenta regresiva.
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