El sábado estuve ayudando en un seminario, estuvo todo increíble.Lo que me quedó del día fue abrirme a recibir. El Universo es abundante, pero cuando nos da no queremos recibir o queremos controlar buscando que sea de una determinada forma, rechazando así todas las posibilidades que se nos ofrecen. Por ejemplo, alguien nos entrega un regalo o nos hace una invitación y nos negamos. De lo que no siempre somos conscientes es que detrás de esa negativa está el sentimiento de no merecer, porque en el fondo de nosotros, aunque no nos hayamos dado cuenta, sentimos que no somos merecedores de amor.
Por eso este día acepté los regalos que el universo me daba y eso también incluyó, reflexiones y elogios. Porque también percibí que hay ciertos elogios que me cuesta demasiado escuchar, incluso más que las críticas. Pero de ahora en adelante tengo la intención de abrirme a recibir toda la abundancia del Universo con los brazos abiertos!
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