Día 80: Protección

A la hora del almuerzo, me senté en una mesa en que la mayoría eran hombres y uno comentó que quería tener sexo. La conversación me hizo gracia, pero al mismo tiempo me descolocó, así que terminé de comer y me levanté. Después unificando, me di cuenta que tenía pena. Hace un tiempo había escrito sobre estar en pareja (Día 55), comentando que me gustaba estar sola para enfocarme en mi conciencia. Después había visto que era una protección, pero aún así no estaba preparada para soltarla.

La maestra me reflejó que detrás de eso estaba el miedo al rechazo y era verdad. Todo lo que tiene que ver con las parejas me da mucho estrés, ya que siento que mi personalidad no me ayuda cuando me gusta alguien, me empiezo a alejar cada vez más, aparte que tengo el juicio de que si muestro interés me veo ridícula. Entonces me refugio en mi conciencia, con la esperanza de que no me importe.

Pero ahora esa protección se empezaba a quebrar. Entonces lo vi claramente, lo que me daba realmente miedo era no tener el control de las situaciones. El estrés era profundo, pero ya no sufría por eso. Pensaba que lo había movido, pero más tarde, en el meeting con Isha, de repente me desconecté del cuerpo y ella lo notó. Puso la atención en mí y pude ir al fondo del estrés, a ese lugar en el que internamente, me sentía indefensa. Al moverlo, me alivié bastante, además que sabía que ese día había dado un gran paso.

"El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son".

Tito Livio